Una excavación rutinaria de mantenimiento del sistema de alcantarillado en la Gran Vía ha desvelado lo que parece ser uno de los hallazgos arqueológicos más importantes en la historia reciente de Madrid. Bajo el icónico paseo madrileño, a unos 15 metros de profundidad, se han descubierto restos de una antigua ciudad romana, hasta ahora desconocida, que según los expertos podría cambiar por completo la historia de la capital.
El hallazgo se produjo hace dos semanas, cuando operarios del Canal de Isabel II encontraron una serie de estructuras inusuales mientras realizaban trabajos en el tramo que conecta Callao con la Plaza de España. Tras detener las obras, se contactó inmediatamente con el equipo de arqueólogos del Museo Arqueológico Nacional, que confirmó que las ruinas podrían datar de entre los siglos I y II d.C.
Los primeros informes indican que se trata de un asentamiento romano de dimensiones considerables, con viviendas, calles pavimentadas y lo que podría ser un foro o mercado central. Uno de los hallazgos más impresionantes es un anfiteatro subterráneo que habría tenido capacidad para más de 3.000 personas, algo que, de confirmarse, situaría a Madrid como un importante centro de ocio en la Hispania romana.
«Estamos ante un descubrimiento sin precedentes. Madrid ha sido siempre considerada una ciudad de origen medieval, pero esto cambia completamente nuestra comprensión de su historia», comentó Pilar Rodríguez, arqueóloga jefe del proyecto. «Estos restos indican que había una comunidad romana asentada aquí mucho antes de lo que habíamos pensado»
El hallazgo no solo está revolucionando la comunidad científica, sino que ha generado un gran interés en el sector turístico. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció en rueda de prensa que se destinarán fondos extraordinarios para investigar y preservar el yacimiento, y que ya se está trabajando en un plan para abrir parte del sitio al público en el futuro.
«Esto podría situar a Madrid como uno de los grandes destinos arqueológicos del mundo. Imaginad poder pasear por la Gran Vía y, a unos metros bajo tus pies, ver una ciudad romana perfectamente conservada», declaró Díaz Ayuso.
El descubrimiento también ha despertado el interés de instituciones internacionales, incluyendo a la Universidad de Oxford y el Instituto Arqueológico Alemán, que han ofrecido su colaboración para analizar los restos encontrados. Incluso se baraja la posibilidad de solicitar la declaración del yacimiento como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Aunque Madrid es famosa por sus raíces musulmanas y medievales, nunca se había considerado un centro de importancia en la época romana. Los historiadores siempre habían asumido que la influencia romana se limitaba a ciudades más al sur, como Toledo o Segovia, y que Madrid no era más que un punto insignificante en el mapa de la antigua Hispania.
Sin embargo, este descubrimiento ha provocado una revisión completa de los textos históricos. «Es posible que Madrid, o al menos su área central, fuera más importante de lo que pensábamos durante la dominación romana. Esto nos obliga a reescribir varios capítulos de la historia de la ciudad», afirma Antonio García Menéndez, catedrático de Historia Antigua en la Universidad Complutense.
Los próximos meses serán clave para determinar la magnitud total del yacimiento, que hasta ahora solo ha sido explorado en un 10%. Según los arqueólogos, las excavaciones podrían extenderse hasta el Paseo de la Castellana y abarcar un área de más de 30.000 metros cuadrados.
La noticia ha generado una gran expectación entre los madrileños, muchos de los cuales se han acercado a la zona de las excavaciones, aunque el acceso está restringido por razones de seguridad. «Es increíble pensar que todo este tiempo hemos estado caminando sobre una ciudad romana sin saberlo», comenta Ana González, una vecina del barrio de Malasaña. «Esto le da una nueva dimensión a la historia de nuestra ciudad».
El ayuntamiento ha anunciado que organizará charlas y visitas guiadas sobre el tema para que los ciudadanos puedan conocer más detalles sobre el descubrimiento. Además, ya se planea una exposición temporal en el Museo de Historia de Madrid, donde se mostrarán algunos de los objetos hallados durante las primeras excavaciones.
Aunque aún queda mucho por investigar y confirmar, lo que está claro es que este hallazgo marca un antes y un después en la historia de Madrid. ¿Qué otros secretos podría esconder la capital bajo sus calles? Los próximos meses serán cruciales para desvelar la magnitud de esta sorprendente ciudad romana que, durante siglos, ha permanecido oculta bajo el bullicio de la Gran Vía.