Una nueva investigación realizada por un equipo de psicólogos laborales de la Universidad de Oxford ha causado controversia al afirmar que las personas con discapacidad tienen una “resiliencia natural” que las hace menos propensas a sufrir estrés laboral en comparación con sus compañeros sin discapacidad. Según el estudio, las personas con discapacidades físicas o mentales desarrollan una mayor capacidad para manejar situaciones de presión, debido a las experiencias difíciles que enfrentan en su vida diaria.

El informe sostiene que este grupo tiene una habilidad innata para adaptarse a desafíos imprevistos, lo que les permite gestionar mejor las demandas del entorno laboral, especialmente en trabajos de alta exigencia. Los autores del estudio argumentan que las personas con discapacidad, al haber enfrentado barreras sociales y físicas, desarrollan un nivel de fortaleza emocional superior, lo que las convierte en empleados ideales para situaciones de alto estrés.

Este descubrimiento ha generado una ola de apoyo entre algunas empresas, que comienzan a considerar a las personas con discapacidad como un grupo preferente para empleos que requieren resistencia emocional o capacidad para manejar tensiones laborales