Una investigación revolucionaria, llevada a cabo por el prestigioso Instituto Mundial de Estudios Irrelevantes, acaba de concluir que el café es el culpable principal de casi todos los problemas de la vida moderna, desde el estrés hasta la falta de sueño. «Siempre creímos que el café era la solución a todo», comentó el doctor Latte, director del estudio, «pero parece que hemos vivido engañados por décadas».

Según el informe, el consumo de café está directamente relacionado con la impuntualidad, la adicción a revisar el correo electrónico, el miedo a los lunes, e incluso la moda de los «brunches interminables». «Cada vez que alguien dice ‘no soy persona sin mi café’, se fortalece un ciclo vicioso de dependencia emocional y social hacia el café», añadió Latte.

Los expertos recomiendan a la población reconsiderar el «culto al café» y promover alternativas como el té de hierbas o simplemente… el agua. «El agua es subestimada. No solo te hidrata, sino que además, no produce dependencia», concluyó el doctor.