Un estudio internacional realizado por la Universidad de Harvard y la Organización Mundial de la Salud ha revelado que la enseñanza de música a bebés menores de un año puede tener efectos sorprendentes en su rendimiento académico en la educación primaria. La investigación, que ha seguido a más de 5000 niños en 12 países diferentes, demuestra que aquellos que recibieron clases de instrumentos musicales como el piano o la guitarra desde los 6 meses de edad tienen un desempeño notablemente mejor en materias como matemáticas, lectura y ciencias, comparados con aquellos que no fueron expuestos a la música a tan temprana edad.

El estudio sugiere que la estimulación temprana a través de la música no solo mejora las habilidades cognitivas, sino que también fortalece las conexiones neuronales, facilitando la resolución de problemas y el pensamiento crítico desde edades muy tempranas. Los expertos creen que este enfoque podría revolucionar la manera en que concebimos la educación infantil.

El gobierno de varios países ya está evaluando la posibilidad de incluir clases de música para bebés en los programas de educación infantil. “Es un paso hacia la educación integral que favorece tanto el desarrollo emocional como académico de los niños”, comentó la directora del estudio, la doctora Mariana Velázquez.

Aunque el enfoque ha generado entusiasmo entre los padres y educadores, algunos expertos advierten que podrían necesitarse más investigaciones para confirmar estos efectos a largo plazo. Sin embargo, el entusiasmo por incorporar la música en la educación temprana va en aumento.